Voy a contaros una historia. No es una historia de amor, ni de miedo, ni de aventuras, ni feliz. Es mi historia simplemente. Es la historia de lo que ocurre cuando tomas decisiones. Lo bueno, es que todos podemos vivir una historia asi, porque tomar decisiones es lo más humano que existe, después de ser infinitamente estúpidos, que es muy nuestro también. No verás a un conejo tomando decisiones, ni tropezando varias veces con alguien que quiere hacerle daño. Ni siquiera al conejo de Alicia en el país de las maravillas. Era un conejo más listo que nosotros, y aún así, le metimos en la cabeza nuestra obsesión por el tiempo. Estaba muy humanizado, pero aún así no tomo decisiones.
En mi historia, todo empieza con una persona, un amigo, que conoce a otro amigo, y a otro y a otro. Y en mi vida comienzan a aparecer diferentes personas. En mi vida pienso que solo voy a dejar entrar a personas maravillosas. Y al principio bien parece así, pero más adelante vas descubriendo los rincones ocultos de las personas. El lado oscuro de la luna, lo que todo el mundo intenta que quede bien enterrado en lo más profundo de nuestra alma. En mi historia todo empieza bien, perfecto de película. Primero es una comedia, risas, bromas, chistes y mucho buen rollo, después todo se torna rosa y continua como una bella historia de amor. En breves momentos parece que estás visualizando una porno, pero de verdad, es porno bonito. De repente, así sin avisar, como es natural en las películas de este tipo, se vuelve todo de miedo, horrible, pánico, cuerpo a tierra, te sientes impotente, vacío, solo, engañado. En fin. No es el final que deseas para tu película. No es lo que deseaba para el final de la mía.
Pero por suerte, las películas duran poco tiempo, y esto no ha pasado en dos horas, pero casi. No ha sido tampoco algo memorable, pero ha sido algo para aprender. ERRORES, ERRORES. Las historias son así. Tienen un principio y un final, y no tiene que ser precisamente el que tu esperas. No era el que yo esperaba, pero mira, ahí está.
Ahora mi historia se convierte en una épica, de aventuras, buscando lo crazy que nos ofrece e mundo. Y de verdad, vives más feliz que buscando la puta pelúícula romántica que no acabe nunca. No lo vas a encontrar. En serio, son películas.
