Suicidio nº 87

CUANDO METES LA PATA

Las decisiones no siempre son las correctas. Corre, vuela, intenta escapar, pero de nuevo todo vuelve a convertirse en un torbellino de incertidumbre y cosas que no tienen sentido a tu alrededor.
Una lágrima cayó encima de la fotografía que sostenía. Utilizó el dorso de la mano derecha para secarla de su mejilla, mientras pensaba en todas aquellas cosas que había hecho mal en la vida. Eran demasiadas, pero la última había sido realmente... la palabra es estúpida, y eso era lo que más le dolía. No podría volver a mirar a la cara ni a sus amigos, ni a su familia. Menuda estupidez. Estúpida, estúpida, estúpida. Por mucho que te lo repitas una y otra vez no va a perder el valor que representa.
Metió la fotografía en la mochila sin miramientos. ¿Qué mas daba si se arrugaba? De todas formas no podría volver a mirarla sin sentir vergüenza de si misma por hacer las cosas tan difíciles cuando son tan fáciles (en apariencia) Se puso la mochila al hombro y se levantó de la mesa del café solitario que había elegido para ahogar sus penas en un café y hacer balance de su desastrosa vida entre coissants.
Dejo un par de monedas sobre la mesa y desapareció. Nadie la echaría de menos.

Del puño y letra de Phoebe