28/9/11

Suicidio nº 126

De repente, uno se hace mayor. Nadie te avisa, nadie te da ni siquiera unas palabras de ánimo para que afrontes todo lo que se te viene encima. Simplemente tienes que respirar muy hondo y afrontar lo que se te ponga por delante. Nadie va a darte consejos ni a sujetarte la mano. Tienes que aprender a mantener tus situaciones de crisis en orden, porque no vas a tener un apoyo adulto a tu lado, que se saque verdaderamente las castañas del fuego.
Cuando uno es pequeño, toda la inocencia inunda el mundo, todo es bonito, hermoso, todo es fácil. Ahora, yo todo lo veo oscuro, todo lo veo materialista y sin ningún significado real, que no sea otro que el que tienes que luchar por todo lo que quieras conseguir en tu vida. De niño no te preparan para luchar. Te dan un besito en el chichón si te caes. Aquí la gente pasa por encima de ti sin siquiera mirarte cuando caes de bruces al suelo.
Gracias al cielo, yo tengo una ayuda extra que me da luz cada día y me ayuda en mi camino a ser adulta, casi sin darle tiempo a darse cuenta. Alguien que crece conmigo, que me quiere, y que estar´ siempre dispuesto a cogerme la mano cuando falle. Menos mal. Ya creía estar sola.

15/9/11

Suicidio nº 125

Ahora, simplemente, imaginatelo.
Un espacio grande, muy grande, una casa en medio de un verde jardín, con las ventanas y la puerta de entrada en azul celeste, y unas montañas recortando su postal por detrás. Por la puerta principal, si te sientas en el porche, puedes llegar a ver el mar, porque está solo a unos pasos. De hecho, al terminar el jardín, empieza ya la arena. En el césped húmedo, puedes tumbarte a leer, bajo la copa de los árboles, que con sus copas sinuosas te arropan durante el día para que el sol no queme tu piel.
Imagínate que entras. Todas las paredes blancas, luminosas y el suelo de parque brillante, marrón claro. Es una casa preciosa, pero está vacía. No hay ni una mesa, ni un colchón, ni nada. Parece nueva pero está vedaderamente desierta. Sube las escaleras. Esas, las que están a tu derecha. Cada escalón suela fuerte bajo tus zapatos. El pasamanos brilla, con un reflejo dorado exquisito. Todo huele a madera y a mar.
Ves a la habitación del fondo. Esa será nuestra habitación, donde dormiremos todas las noches ¿Lo ves? Pondremos una enorme cama con dosel. Amarás dormir mirando el mar en nuestra terraza cada noche, respirando sal, brisa, vida.
Ahora, asómate a la terraza. Todas estas vistas merecen el esfuerzo de una vida junto ¿No?
Simplemente, Imagínatelo.

14/9/11

Suicidio nº 124

Me siento abrumada, por un amor tan grande que oprime mi corazón. Nadie puede decir que ha amado, si no ha sufrido por ese amor, pro la distancia, por el desconcierto, por la pasión, por el miedo de no volver a verlo. Ojos que podrían atravesar murallas son los que ardo en deseos de ver nada más despertarme. Volaría por mi ventana y sería acompañada por las nubes y los pájaros con solo una de sus caricias. Es tan increíble el amor, cuando es correspondido. Es hermoso, es mágico. Hace que puedas levitar, que no sea nada imposible y que te encuentres con una vitalidad que no es comparable a ninguna otra actividad.

El amor es íntimo y secreto, sólo pueden ser conocedores de ese secreto los amantes, que se entregan a la pasión y a la lujuria, para que no haya nada más en el mundo, para que ese momento sea eterno. Los cuerpos se vuelven uno, y ambas mentes pierden la capacidad de pensar y de razonar, para entregarse por completo al placer de vivir, besar, tocar, ver, sentir. Su olor es el único que puede hacerme sonreír sin ver. Sus manos son las únicas que me hacen estremecer a cada instante, las únicas, que con su cálido tacto calman mi corazón desbocado.

Así es el amor. Así de simple es un sentimiento tan complicado.

12/9/11

Suicidio nº 123

Y ya se acabó. La gente corre por la calle, el pánico se apodera de nuestras caras y nuestras mentes. Quienes lo ven por televisión lloran ante la imposibilidad de hacer nada. Las muertes humanas nucna son un juego. NO hay NADA ni NADIE tan importante en este mundo, por quién valga la vida de millones de personas.
Pido un minuto de silencio. Yo el día del 11S hace 10 años, estaba quitando la mesa después de comer, tenía 11 años y me senté atónica en el sofá frente al televisor, viendo lo que ocurría, porque no daba crédito. Sé que ha nadie se le olvidará que hacía en ese momento mientras ocurría. Da igual que país fuese ni qué motivo podría haber para permitir todo eso. Sólo nos llenaba el desconcierto la tristeza y la pena.
Hecho increíble que espero, nos eamos tane stúpidos de volver a cometer. Hay quién preguntó si el mundo es más seguro ahora. Yo creo que no.