28/9/11

Suicidio nº 126

De repente, uno se hace mayor. Nadie te avisa, nadie te da ni siquiera unas palabras de ánimo para que afrontes todo lo que se te viene encima. Simplemente tienes que respirar muy hondo y afrontar lo que se te ponga por delante. Nadie va a darte consejos ni a sujetarte la mano. Tienes que aprender a mantener tus situaciones de crisis en orden, porque no vas a tener un apoyo adulto a tu lado, que se saque verdaderamente las castañas del fuego.
Cuando uno es pequeño, toda la inocencia inunda el mundo, todo es bonito, hermoso, todo es fácil. Ahora, yo todo lo veo oscuro, todo lo veo materialista y sin ningún significado real, que no sea otro que el que tienes que luchar por todo lo que quieras conseguir en tu vida. De niño no te preparan para luchar. Te dan un besito en el chichón si te caes. Aquí la gente pasa por encima de ti sin siquiera mirarte cuando caes de bruces al suelo.
Gracias al cielo, yo tengo una ayuda extra que me da luz cada día y me ayuda en mi camino a ser adulta, casi sin darle tiempo a darse cuenta. Alguien que crece conmigo, que me quiere, y que estar´ siempre dispuesto a cogerme la mano cuando falle. Menos mal. Ya creía estar sola.

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