Año nuevo, entrada nueva, pies rebentados
Bueno, empezamos año, como siempre, con una sonrisa en la cara, un collar hawaiano alrededor del cuello... y dos pies menos.
Hoy me pasé la mañana reflexionando sobre por qué tenemos la horirbl manía de mutilar nuestros propios pies en estas entrañables fiestas... ¿Acaso, en el periodo en que usabamos nuestros pies como manos secundarias nos hicieron algo por lo que tienen que sufrir el resto de su existencia?
Les ponemos unas medias imposibles, unos tacones que dan vértigo solo mirarlos, unos colores chillones, y unas tallas donde el dedo meñique desea la muerte más lenta y dolorosa que, si fuesemos piadosos, podríamos ofrecerles. También nos empeñamos en, además de decorarlos como si quisieramos trasladar el árbol de navidad a nuestros propios pies, en recorrer largas distancias... "No, si está a un paso..." ¡Ja! Me rio yo de esas palabras que semblan inocentes. Que se lo digan a los pies que "una paso" se convierte en cruzarte media ciudad para estar 5 minutos de pie y vovler a cruzarte de nuevo la ciudad. En mi opinión, no se merecen tanto castigo.
Por supuesto, la noche de mayor calvario para un pie es la del 31 de Diciembre. Seguro que mientras estás en una zapatería mirnod zapatos bonitos para esa noche tus pies estan temblando pensando en "¿Por qué no te puedes ir de fiesta con las deportivas? ¡Si total, luego no ves ni la punta de tu nariz!". Encontré anoche con unas amigas, a aquella joven inteligente que escuchó a sus miedosos pies y se colocó sus Converse para irse a la fiesta de turno. La nombramos la chica más inteligente de toda Valencia. Tristemente su ropa no decía lo mismo de ella, pero eso es otra historia y por hoy solo quiero centrarme en el calvario de los pies, dejaremos los crímenes contra la ropa para otro día.
Miráos los pies... es día 1, seguro que alguna bambolla sobresale de alguna parte de vuestros pies (Lo normal son los tobillos, aunque yo tengo mis pobres dedos de los pies como si se hubiesen metido en un campo de minas y no hubiera sobrevivido nadie) ¿No os preguntáis si vuestros pies prefieren que vayáis con las zapatillas de andar por casa por la calle? ¿Por qué nos empeñamos en adornarnos como pequeñas furcias una noche señalada, sólo por lucir al día siguiente unas poco favorables heridas en nuestros queridos compañeros?¿Acaso no es ya lo suficientemente pesado cargar con nuestor peso completo todos los días?
Yo, amigos, me pongo como buen propósito del nuevo año, amar un poco más a mis pies, para que el día de mañana no me dejen tirada. Después de todo, sus huellas son las que marcan nuestro camino, lleve donde nos lleve.
No dejéis quesufran, ellos no dejarían que sufriesemos.
Espero que vuestros compromisos con este año 10 se cumplan.
Feliz 2008
Del puño y letra de Phoebe
By Sylvia