31/3/16

Suicidio n° 474

Cuando la oscuridad se cierne sobre ti, parece que no hay más allá de las palabras deshonestas. No ves la luz, la primigenia, aquella que clama tu presencia en grito sordo por el espacio. Siento vacío en la penumbra, pues no veo mis pasos sordos. ¿Estaré dejando mi huella? Imposible de decir por escrito. Imposible de mirar con los ojos cerrados. Abre la oscuridad, pues eres lo único que sirve de llave a la felicidad y apenas te das cuenta, centrado en los tributos a tu propio ego desmigajado. Versos, suaves y contundentes al mismo tiempo, curan las heridas con sal y limón, para hacerlo mas llevadero, dicen.

Vacía tu mente y crea. Gracias.

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