Hoy me siento diferente al resto del mundo. Me he despertado, me he puesto una camiseta de un color bien bonito y me he sentido diferente: me he sentido feliz. ¿Porqué? No había razón alguna. Simplemente me ha apetecido salir contento a la calle, pasear junto a la gente sonriendo y que me devuelvan la sonrisa, o que se queden extrañados por mi gesto. Llegar al trabajo silbando y deseandole los buenos días a todo el mundo y que su respuesta sea la misma, aunque dudosa. Hoy no es que me sienta diferente, hoy soy diferente a la persona que era ayer. Veo el vaso medio lleno.Veo el trabajo medio hecho. Veo el día medio conseguido.
Me siento con una actitud positiva y nada va a poder conmigo. Soy como una pared de plomo. Soy fuerte y dura. Soy increíble. Soy yo y no desearía se nadie más en el mundo.
Soy feliz.
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