Los últimos días de la vida de alguien, tienen que ser como una valoración de lo que ha hecho bien y mal en esta vida. No creo que por eso tengamos que estar obsesionándonos acerca de lo que hacemos o no hacemos.
Vamos a cometer errores, eso es una realidad. Si no nos equivocamos, si no cometemos errores, la vida no seria vida. Seríamos autómatas, robots, errores. Seríamos seres que no tendrían una historia estúpida que contar, ni con unas decisiones excelentes, una vez ya probado lo más malo de la vida. ¿Si no como sabríamos que es lo excelente? Nos quedaríamos con lo mediocre.
Quedamos entonces, en que os equivoquéis, vivas, hagais estupideces. Y luego ya, en un futuro lejano, valorad. Pero nunca os arrepintáis de nada.
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