Caminar al límite.
Hay cosas que piensas que no puedes hacer al limite, pero ya que no me dejan hacer las cosas que YO quiero hacer, haré otras más extrañas, de igual forma peligrosa, pero que no suene peligroso. Es decir, "camino al límite" Porque, simplemente camino, ¿ Veis? Un pie, delante de otro, tic, tic, pasito a pasito. Si ahora me llamase mi madre "Esa controladora" Solo podría decirme... "Ah, ¿Al límite? ¿Caminar? Bien, bien cariño, no vengas tarde, adiós, te quiero"

No ve nunca lo asfixiada que me tiene CONTROLADORA, me siento continuamente vigilada. No estoy cómoda haciendo nada en mi vida, porque siento que me van a pillar ¿Y a caso todo lo que hago es malo? Son los errores que debo cometer en la vida. Si no lo hago ahora ¿Cuando será? ¿Cuando sea mayor de edad y todo se vuelva complicado y lleno de responsabilidades? No lo creo. A los dieciocho te dan todos los manuales de como empezar, poco a poco y paulatinamente a convertirte en un adulto, responsable, aburrido y con un millón de cosas que hacer. El momento de VIVIR lo tengo delante de mis narices, y ni si quiera puedo aprovecharlo.
"Lo hago pro tu bien cariño" Estoy harta de escuchar eso. ¡Ponme una correa ya si quieres y no me sueltes nunca! Total, es por mi bien, ¿No? Eso quiere decir que vale todo.
Ups. Un pie mal puesto. Caminar al límite. Creo que no llegaré a comer mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario