7/11/12

Suicido nº 205

Cuando te quieres poner a escribir...
...y el escrito te gana a ti.

Supongo que, no debería terminar esto así.

Tacho, reviso, escribo encima, emborrono, tacho, tacho, tacho, bebo, fumo, me coloco bien las gafas y escribo. Escribo, escribo, y chasqueo la lengua.
No es tan sencillo como parece. Me paso horas delante de unas hojas o de un ordenador, vomitando lo que sale a raudales de mi cabeza, e intentando que tenga sentido dentro del caos que es la mente y la energía humana. Para mis desgracia, creo que reboso energía. Nunca esta como a mi me gusta.

Tacho y vuelvo a escribir. Dios, las escenas tranquilas y de amor, son las más difíciles, porque fingir las palabras que se dirían unos amantes, es complicado. nunca sabes por donde van a salir. Y a mi me gusta que mis personajes sean siempre realistas. Vuelvo a colocarme bien las gafas y subo ambos pies a la silla. rompo y tiro a la basura cual jugador de mini baloncesto.

En cambio, escribir escenas con muchos personajes y mucha acción es más fácil de lo que parece, porque pierde totalmente la intimidad, y se convierte en una escena coral, con muchas cosas a tener en cuenta, pero también muchos recursos por donde salir. Lo único difícil de esto, es no olvidarte de los personajes que vas sacando, y las cosas que usan, como se mueven en el espacio... no la puedes cagar, cualquiera que lee se monta una película en su cabeza, y como le muevas aunque sea un florero chino, lo notará y se dará cuenta de que no es un buen escrito. Pero es fácil evitarlo. Yo lo apunto todo. A veces hasta me hago un dibujo sencillo sobre qué ocurre, con flechas, colores y eso. Es sencillo, es trabajar un poco mas y punto.

Pero volviendo a mi problema, el amor. La situación amorosa,. Sea buena o mala, porque igual de intimo es un primer beso que una ruptura. Y tienes que tener el mismo tacto y la misma delicadeza, para no parodiarlo, ni tampoco quitarle la importancia que tiene.

Aquí viene mi problema ¿Tengo una fuente real? Siempre creemos que nos hemos enamorado, pero, ¿Es realmente así? A lo mejor era un encaprichamiento muy fuerte, y claro, contra eso no puedes luchar, porque si nunca has estado enamorado, piensas que ese encaprichamiento (aunque haya sido en una relación larga) es amor, y no es así. ¿Como diferenciarlo? Sobre todo, me interesa como lo diferencia una persona, cariñosa, y voluble como yo, excitable, de esas que se ponen eufóricas y nostálgicas en cualquier momento.

Tachón fino y un par de apuntes al margen de la hoja. En mi opinión, es imposible saberlo. Y cuando rompes una relación, aunque haya sido importante para ti, deseas de todo corazón que eso no haya sido amor. Porque, si ha sido amor del bueno, quiere decir que pierdes a la posibilidad de tu felicidad eterna, a lo que suelen llamar "tu media naranja" pero, si solo ha sido cariño, pues no pasa nada, a seguir tu vida, diciéndote que esa persona era un escalón necesario en tu existencia para avanzar. Corrección ortográfica, escribir, escribir, ajustarme el pelo que me empieza a caer por la cara y me molesta. Volvamos a mi escena de amor. Son dos amantes que se reencuentran.

Pequeño kit-kat para comerme algo (no necesariamente un kit-kat) mientras voy pensando en mi dilema de la habitación a la cocina, como no, descalza. Claro que yo no quería que se reencontrasen, pero era vital para la historia, porque si no, nada tiene verdadero sentido, y claro, para mi el sentido es básico. Pero los reencuentros son dolorosos, aunque se hayan separado por motivos ajenos a ellos mismos, como trabajo, o familia. Los sentimientos, en teoría  siguen ahí, pero no se puede congelar un sentimiento. Las personas viven cosas, y las cosas hacen que tu forma de ser cambie, aunque sea un poco. Entonces, otro dilema ¡Es esa la misma persona de la que te enamoraste? Cojo algo y vuelvo rápida. Escribir escribir, escribir.

En mi opinión, no, es otra persona, pero a lo mejor te enamoras también de esa persona. O no. No se.

Dejo todo, y me tumbo en el suelo boca arriba y aún descalza. No puedo escribir tan afectada, rebota todo en lo que escribo, y en vez de ganas de escribir, tengo ganas de llorar. Y maldita sea, tengo ganas de comer, a horas intempestivas. Y eso amigos míos  es evitable y es una puta mierda, porque te sientes fatal. Igual que si te reencuentras con un antiguo amor. Igual que cuando no sabes si es capricho o amor verdadero. Vaya mierda. Ojala fuera una princesa Disney. Ellas siempre saben que al final aparecerá el príncipe azul.



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