Cosas que duelen en el alma.
Cuando escuchas en la televisión, en internet o en cualquier otro medio de comunicación historias como la de los niños de EE UU asesinados en su propia clase, piensas en que clase de mundo estamos, apagas la tele y te pones a otra cosa.
No digo que tengamos todos reacciones diferentes, pero esa es la más humana, compadecerse unos segundos, olvidar y seguir con tu vida, porque si todas las cosas malas del mundo nos hicieran compadecernos, no dejaríamos de llorar en ningún instante. Hay que levantarse, ver la parte positiva: que a partir de ahora habrá un movimientos en EEUU, preocupado y encargado de prohibir unas armas, que hoy en día se venden como chuches, y así, poder evitar que esta desgracia (Que trágicamente no es aislada) no ocurra de nuevo.
No voy a recrearme en esta historia en particular Solo quiero dar ánimos a todas las personas que se han visto afectadas por esto, tanto por los niños, como por los profesores, como por el asesino trastornado, que en algún momento de su vida pidió ayuda a gritos, y como no la recibió, decidió cometer locuras.
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