22/12/12

Suicidio nº 216

Amor primitivo.

No hay razones ni miedos. No hay en este vacío de la mente, ni siquiera lógica. Solo hay cuerpos, mentes, palabras, sentidos. Hay olores, hay tacto, hay fuego.

La forma más sencilla de explicar esto, es la más complicada, no porque quiera hacerme la interesante, si no porque me está costando sacar de dentro un sentimiento tan fuerte. No hay nada por lo que pueda pelearme, porque estoy con todo en paz. No hay celos, no hay mentiras. Simplemente, hay dos vidas en juego, y con una de ellas tienes que verte las caras. No tienes que dar explicaciones al mundo, simplemente hay que dejarse llevar, hay que sentir, sentirlo todo, escuchar, sobre todo a tu corazón. reírte tan fuerte que parezca que vas a perder tu mandíbula, y que llores de alegría tan alto que nadie pueda contenerse y estalle también en carcajadas.

Es fuego, simplemente, explosión de sabor, dulce y amargo al mismo tiempo. No hay más que miradas, manos, piel, huesos, voces dulces en tu oído, palabras nuevas, experiencias compartidas, sin secretos, sin compromisos, sin nada más que el mundo y todo lo que este puede ofrecerte.

No hay obsesiones, no hay nada que te frene, nadie que piense que está mal o que no quiera que esto continúe.

Lo malo es dar el primer paso, abalanzarse hacia lo que uno quiere, luchar un poquito, perder la vergüenza al no y no tener miedo al principio. ¿Qué es lo peor que podría ocurrir? Verdaderamente nada. Está todo tan claro que da miedo no probar un poco. No está prohibido, solo que es diferente, y lo diferente asusta. Da el paso, no tengas miedo, y disfruta de cada segundo de pasión y amor en un estado primitivo, como quién descubre un tesoro oculto hace años.

No hay comentarios: