12/8/11

Suicidio nº 115

 VOLAR

Mientras vuelas, todo parece más mágico.

Desplegando las alas desde un pequeño árbol, para encontrarte de repente, con todo el mundo a tus pies. Adoro esta sensación de libertad, que sólo se experimenta, cuando tus pies le dicen adiós al suelo que normalmente pisamos y ensucia las suelas de nuestros zapatos. El estómago se pone del revés, la sonrisa queda tatuada en nuestra cara, nuestros ojos brillan y mi cabeza parece explotar de felicidad absoluta. El viento golpeándote en la cara no es más que un incentivo más para querer hacer esto cada día.

Bajo la mirada, de las blancas nubes, al suelo, verde, amarillo, azul en ocasiones por el amplio mar... ¡Y me siento dueña del mundo! ¿A donde quiero ir? ¡Puedo llegar al infinito! No necesito medios de transporte que coarten mi espacio o que me obliguen a pagar un dinero desmesurado. Cuando vuelo, sólo esta el mundo y yo, no hay nadie más que me moleste, no hay nadie a quién rendir cuentas, sólo el mundo, que es bueno y me permite disfrutar de todas sus maravillas de la forma más increíble.

¿No hemos deseado siempre volar? En mis sueños, cada noche se despliega ese deseo insaciable de libertad infinita, parece tan real, que por unos segundos me creo verdaderamente que puedo volar. En mi imaginación nocturna, volar es como caminar, como respirar, es algo que simplemente, se hace y es maravilloso. A veces deseo cerrar mis ojos y darme al sueño, sólo para poder sentir tan real, algo que me hace tan feliz.

Los niños sueñan con volar, no en vano, porque os aseguro es algo mágico. Utilizan utensilios rudimentarios, pero mucho más satisfactorios que nuestros aviones: los columpios, esos portales a sitios mucho mejor, donde saltar es solo volar por un instante, para que nuestro corazón se sienta encogido y embriagado ante tantas cosas bellas que nos esperan abajo, dodne competiciones de quién sube más arriba, es sólo el deseo de no quedarnos atrás en la búsqueda de alcanzar niveles más altos de existencia.

Espero que todas estas palabras confusas sirvan para soñar con volar, para desear ser un ave, una mariposa, un hada, una pluma al viento, y para que nadie nos diga que tenemos  no tenemos que hacer. Yo quiero volar. Y volaré.

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