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REFLEXIONES SOBRE ALGUIEN QUE ES FELIZ
Y antes no

Es muy fácil sentir que alguien pueda estar interesado en ti, hasta a veces es divertido. Jugar con las miradas, con las sonrisas, y que luego todo quede en eso, en un juego. No es gente a la que realmente le interese lo que piensas, si no que ven un pedazo de carne, tampoco es nada malo: tu juegas en el mismo bando, sin apenas conocer, solo por el morbo de jugar y ver que pasa.
En cambio, cuando esos juegos comienzan con alguien que puede comenzar a ser importante tu vida, todo cambia. Piensas más, tienes más cuidado, le das más vueltas a todo. Los movimientos en ocasiones no son ni naturales, y las palabras las dices todas al revés, como si te sabotearas a ti mismo, de puro nervio interior.

Así es como la mente y el corazón se sincronizan, como los besos por la piel ruedan sin que nadie les guíe, como no hay lágrimas ni vergüenza, como cada palabra, es siempre buena, y cada caricia eriza todos tus sentidos.
Si alguien puede decirme que ha sentido, que en un instante todo a cambiado, que de la tristeza a pasado al más absoluto éxtasis, que otra persona ha cogido su mano para sacarla de un hoyo del que parecía no poder emerger nunca, entonces es que es feliz, no por la otra persona que ahora está a su lado, porque es muy posible que sea efímero el momento con él, si no porque se ha aceptado, se ha querido y valorado, y ha aprovechado todas estas cualidades, para encontrar a una persona que de verdad, vale la pena.
Todas estas reflexiones son, para que salgáis a la calle y simplemente, améis a todo el mundo. Que no haya miedo al rechazo, que solo os guíe el amor más puro.

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